
¿Cuál es la mejor manera de lavarse el cabello?
Escucho lo que dices: “Pero espera, Giorgia, ¿no usas champú simplemente para lavarte el cabello?” Sí y no. El champú es la forma más widespread de lavarse el cabello. NO es el único.
Ahora el movimiento pure va en aumento, cada vez más mujeres buscan alternativas para limpiar su cabello sin utilizar químicos agresivos todos los días.
¿El problema? La mayoría de estas alternativas NO funcionan bien. Son demasiado suaves, requieren un período de transición o dejan acumulación en el cabello. No es exactamente best, ¿verdad?
¿Deberías cambiar? Eso depende de tu tipo de cabello, estilo de vida y de cuánto esfuerzo estés dispuesto a invertir. Vamos a dividirlo con 7 formas diferentes de lavarte el cabello para que puedas descubrir qué funciona mejor para ti:
1. Champú
Comencemos con lo obvio: el champú es la opción best por una razón. Funciona. Pero ¿qué lo hace tan efectivo?
Los champús contienen agentes limpiadores llamados tensioactivos. Estas moléculas son como pequeños imanes para la suciedad y el aceite, lo que permite que el agua los elimine sin esfuerzo. Los surfactantes pueden eliminar no solo la grasa y la suciedad, sino también la acumulación de productos y las células muertas del cuero cabelludo.
¿La desventaja? Algunos champús están formulados con tensioactivos fuertes, como el lauril sulfato de sodio (SLS), que puede eliminar demasiados aceites naturales del cuero cabelludo. Esto puede dejar tu cabello seco, quebradizo y propenso a romperse.
La comida para llevar: Si el champú te funciona, ¡genial! Simplemente opta por una fórmula suave y sin sulfatos si tu cabello se siente como paja después de cada lavado.
2. Champú seco
El mejor amigo de toda persona con cabello graso, el champú seco, es un salvavidas en esos días en los que simplemente no tienes tiempo (o energía) para lavarte el cabello.
Los champús secos funcionan mediante el uso de polvos (como maicena o talco) para absorber el exceso de sebo, dejando tu cabello con un aspecto más limpio y fresco en segundos. La aplicación es sencilla: pulveriza o espolvorea el producto sobre tus raíces, espera un momento y cepilla.
Pero aquí está la cosa: mientras que puede hacer tu cabello mirar más limpio, en realidad no lo limpia. Los aceites, la suciedad y la acumulación todavía están ahí; solo están disfrazados temporalmente. El uso excesivo de champú seco también puede obstruir los folículos pilosos y provocar problemas en el cuero cabelludo, como caspa o irritación.
Consejo profesional: Utilice champú seco con moderación. Piense en ello como una solución rápida, no como un reemplazo del lavado actual.
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3. Acondicionador
También conocido como “co-lavado”, este método implica omitir el champú por completo y limpiar el cabello con acondicionador.
Espera, ¿qué? ¿Acondicionador? Así es como funciona: los acondicionadores contienen pequeñas cantidades de tensioactivos, por lo que pueden eliminar parte de la suciedad y la grasa mientras cubren el cabello con humedad. ¿El resultado? Cabello más suave y brillante.
El truco: Los acondicionadores no están diseñados para limpiar profundamente. Dejan un residuo que puede acumularse con el tiempo y apelmazar el cabello. Para minimizar esto, opte por un acondicionador sin silicona y prepárese para un período de ajuste un poco graso a medida que su cuero cabelludo se adapta.
Cómo co-lavar: Masajee una cucharada de acondicionador en el cuero cabelludo, enjuáguelo bien y aplique otra ronda en el largo para hidratarlo. Continúe con esto durante algunas semanas para ver si funciona para usted.
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4. Gel de baño
¿Sorprendido? Los champús y jabones corporales no son tan diferentes. Ambos usan tensioactivos como agentes limpiadores, pero los jabones corporales suelen contener agentes más suaves porque están formulados para la piel, no para el cabello.
Esto hace que el gel de baño sea una alternativa más suave al champú. Genial si estás en apuros o tienes el cuero cabelludo wise. Sin embargo, no es best para cabello graso o con mucha acumulación, ya que no limpia tan a fondo.
El veredicto: Está bien como respaldo, pero no espere resultados dignos de un salón de belleza.
5. Sólo agua
Suena demasiado bueno para ser verdad, ¿verdad? El lavado solo con agua omite todos los productos y se basa únicamente en un frotamiento vigoroso para limpiar el cabello.
Cómo funciona: Utilice las yemas de los dedos para masajear el cuero cabelludo con agua tibia, aflojando la suciedad y distribuyendo los aceites naturales desde la raíz hasta las puntas. Continúe con un cepillo de cerdas de jabalí para distribuir aún más los aceites, que pueden acondicionar su cabello de forma pure.
La desventaja: El cuero cabelludo tarda semanas (¡a veces meses!) en adaptarse. Durante este tiempo, tu cabello lucirá grasoso. Realmente grasoso. Probablemente querrás usar un sombrero o una diadema para superarlo.
Para quién es: Las personas con cabello rizado, texturizado o seco pueden beneficiarse más de este método de bajo mantenimiento.
6. Champú sin enjuague
Perfectos para estilos de vida en movimiento, los champús sin enjuague no requieren agua en absoluto.
Así es como funcionan: estas fórmulas líquidas se aplican directamente sobre el cabello seco, donde forman espuma y atrapan la suciedad y la grasa. Luego, limpia la espuma con una toalla; no es necesario enjuagar.
Lo bueno: Son muy convenientes para viajes de campamento, estadías en el hospital o cualquier situación en la que no sea posible un lavado adecuado.
Lo malo: No son tan efectivos como los champús tradicionales, por lo que es mejor usarlos ocasionalmente en lugar de como un reemplazo permanente.
7. Recetas caseras
Entusiastas del bricolaje, ¡regocíjense! Hay muchas formas de preparar tus propios limpiadores capilares naturales en casa.
Una receta clásica:
- Huevos y aceite de oliva: Batir 2 huevos y 3 cucharadas de aceite de oliva. Aplicar sobre el cabello húmedo, dejar actuar de 5 a ten minutos y enjuagar con agua tibia (el agua caliente cocinará los huevos, ¡no digas que no te lo advertí!).
Una advertencia: Las opciones populares de bricolaje, como el bicarbonato de sodio y el vinagre, a menudo se promocionan como alternativas al champú, pero son increíblemente duras. El bicarbonato de sodio puede alterar el equilibrio del pH del cuero cabelludo, provocando sequedad e irritación, mientras que el vinagre puede dañar la cutícula del cabello con el tiempo.
La conclusión
Cambiar tu rutina de cuidado del cabello puede cambiar las reglas del juego, pero no es una solución única para todos. Ya sea que te limites al champú, pruebes el co-lavado o te enfrentes a la transición grasosa del lavado solo con agua, la clave es experimentar y encontrar lo que funcione para tu tipo de cabello y estilo de vida.