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lunes, julio 7, 2025

Un futuro incierto requiere habilidades de predicción inciertas


Vivimos en una period de incertidumbre. No sólo por las amenazas globales a las sociedades, sino que muchos enfrentan una inseguridad sin precedentes a nivel private, particularmente las generaciones más jóvenes. Ninguno de nosotros sabe lo que va a pasar y es mejor que lo afrontemos. Y esa es la primera lección al hacer predicciones: No hagas predicciones. Es decir, no se limite a adivinar lo que sucederá. En cambio, abrazar la incertidumbre y convertirlo en una oportunidad. He aquí cómo:

Piense rápido y despacio sobre la incertidumbre

La incertidumbre es una “conciencia consciente de la ignorancia”. Es una relación private con cualquier cosa que no sepamos; podemos ignorar lo que está sucediendo en este momento o lo que sucederá en el futuro. El psicólogo Daniel Kahneman identificó dos formas amplias de pensar; utilizando nuestras reacciones viscerales, rápidas e inconscientes, o resolviendo un problema lenta y deliberadamente. Generalmente está bien pensar rápido en el futuro: cuando conducimos o elegimos una película para ver. Pero para decisiones importantes, es mejor tomarnos nuestro tiempo.

Evocando futuros posibles

El primer paso para pensar lentamente sobre el futuro es visualizar cómo podrían desarrollarse las cosas. Las organizaciones pueden crear escenarios que reflejen resultados optimistas y pesimistas, y pueden utilizar un “equipo rojo”pensar deliberadamente en lo que podría salir mal. El Ministerio de Defensa del Reino Unido incluso emplea escritores de ciencia ficción para que aporten algo de imaginación a futuros posibles.

Individualmente, podría adoptar una “mentalidad de equipo rojo”, en la que critica conscientemente nuestra visión estándar, ya sea que sea del tipo que tiende a ver el lado bueno o esperar lo peor.

El problema de utilizar simplemente palabras para describir la incertidumbre

La palabrería vaga sobre la incertidumbre se malinterpreta fácilmente. Es fácil decir que algo “podría” o “podría” suceder, o incluso que es “possible” que ocurra. Pero ¿qué significan realmente estas palabras? En 1961, la CIA estaba planeando la invasión de Cuba en Bahía de Cochinos para derrocar al gobierno revolucionario de Fidel Castro, pero el Estado Mayor Conjunto consideraba que las posibilidades de éxito eran sólo del 30 por ciento, es decir, un 70 por ciento de posibilidades de fracaso.

Esto se informó como una oportunidad “justa”, que pensaron que se interpretaría como “no muy buena”. Pero el presidente Kennedy leyó la palabra con optimismo y aprobó la invasión, que fue un completo fiasco y empujó a Cuba aún más hacia la influencia soviética.

Poniendo números a nuestra ignorancia

Acontecimientos como el desastre de Bahía de Cochinos han alentado a las agencias de inteligencia a alinear las palabras con números aproximados. Por ejemplo, si alguien en el El servicio de inteligencia del Reino Unido afirma que un evento es “possible,“Esto tiene una interpretación oficial de entre el 55 y el 75 por ciento de posibilidades. Una escala comparable se utiliza en la ciencia del clima, donde una “muy possible” evento significa 90 por ciento a 95 por ciento.

Como individuos, podríamos intentar clasificar los futuros posibles en términos de su probabilidad y luego darles algunas magnitudes aproximadas, digamos que conseguir un trabajo en specific es un evento de “2 sobre 10”. Con un poco de imaginación, podríamos pensar en todas nuestras posibles trayectorias futuras disparándose como espaguetis; y en alrededor del 20 por ciento de ellos, conseguirás el trabajo.

¿Qué caracteriza a un buen pronosticador?

Los “superpronosticadores” pueden evaluar buenas probabilidades para el futuro, donde “buenas” significa (a) están “calibradas”, de modo que cuando dicen “70 por ciento de probabilidad”, esos eventos ocurren en alrededor del 70 por ciento de los casos, y (b) son “discriminatorios”, de modo que se tiende a dar altas probabilidades a los acontecimientos que suceden. Por lo normal, están abiertos a nuevos conocimientos y están felices de trabajar en equipo, tienen una concept de su propio pensamiento y de todos sus prejuicios, y tienen la humildad de reconocer la incertidumbre, admitir errores y cambiar de opinión. Son similares a Isaías Berlín los llamados “zorros”, dispuestos a adaptarse a la nueva evidencia, en lugar de “erizos”, estancados en una única forma de pensar.

Reconocer lo desconocido

Donald Rumsfeld describió inmortalmente “lo conocido, lo desconocido y lo desconocido”, aquellas cosas que estaban más allá de nuestra imaginación y en las que ni siquiera se había pensado. Cuando reconocemos esta posibilidad, se conoce como “profunda incertidumbre”, cuando ni siquiera podemos enumerar los posibles futuros, incluso con una mentalidad de equipo rojo. Sin embargo, Rumsfeld no incluyó los “desconocidos”, esas suposiciones que hacemos sin siquiera pensar. Estos pueden ser los engaños más peligrosos, y es por eso que necesitamos amigos críticos que nos ayuden a salir de nuestros tranvías fijos.

Estar preparado para sorprenderse

En 1650, el ejército de Oliver Cromwell estaba acampado en las afueras de Edimburgo y estaba tratando de persuadir a la Iglesia escocesa para que retirara su apoyo al regreso de Carlos II. Cromwell escribió: “¿Es entonces infaliblemente conforme a la Palabra de Dios todo lo que dices? Os ruego, en las entrañas de Cristo, pensad que es posible que os equivoquéis”. Este llamamiento fue ignorado y Cromwell derrotó rotundamente a los escoceses en la batalla de Dunbar.

“La regla de Cromwell” Significa que debes pensar como un zorro, y en todo momento tener la humildad de pensar que es posible que te equivoques. Con solo considerar una pequeña probabilidad de estar equivocado, puede adaptarse rápidamente a información nueva y sorprendente.

El papel de la suerte

Las cosas pueden salirte bien o mal, en gran parte debido a factores fuera de tu management, es decir, la suerte. Los filósofos han identificado tres tipos principales. Suerte constitutiva: con quién naciste, tu tiempo y lugar en la historia, tus padres, tus genes, tus características innatas y tu educación temprana. Esto es extremadamente importante: debes aprovechar al máximo la mano que te repartieron al nacer. Suerte circunstancial: estar en el lugar correcto en el momento correcto, o en el lugar equivocado en el momento incorrecto. Suerte resultante: cómo te sucedieron las cosas en ese instante.

Pero no todo está fuera de su management: las personas “afortunadas” aprovechan las oportunidades, tienen expectativas positivas y son resistentes a que las cosas salgan mal.

Vivir con incertidumbre

La incertidumbre es parte del ser humano, y pocos de nosotros queremos saber qué nos regalarán en Navidad, cuál será el resultado de un partido de fútbol grabado o incluso, si fuera posible, cuándo íbamos a morir. La incertidumbre es inevitable y podemos reaccionar ante esa conciencia de ignorancia de diversas maneras: podemos sentirnos ansiosos o emocionados, esperanzados o temerosos, dependiendo de las circunstancias y de nuestra tolerancia private al no saber.

No podemos evitar la incertidumbre. Pero con un poco de pensamiento lento podemos aceptarlo, sentirnos humildes e incluso disfrutarlo.

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