Puedes conseguir alitas de pollo perfectamente crujientes, estilo restaurante, directamente en tu propio horno. Mezcladas con una sabrosa salsa de ajo y parmesano, estas alitas seguramente serán un éxito para todos. O, como les gusta decir a mis hijos, ‘¡Ganador, ganador, cena de pollo!’
Mezcla las cosas y prueba alitas de pollo ahumadas, alitas crujientes de freidora o alitas crujientes al horno.
Por qué nuestra receta
- Al horno, no frito, utilizando un método sencillo de horneado que produce las alitas más crujientes en todo momento.
- Una easy salsa de ajo y parmesano cubre las crujientes alitas con un sabor irresistible.
- ¡El método de secado del polvo de hornear durante la noche hace que estas alitas sean infalibles!


Las alitas de pollo son el aperitivo perfecto: son fáciles de preparar y se pueden preparar en grandes cantidades para una multitud. Ya sea que las sirvas para el día del juego, en una fiesta o incluso un domingo al azar, estas alitas de pollo seguramente serán un landing whole. (¿Ves lo que hice allí? ¡Ja!)
Notas de ingredientes


- Alas de pollo: Opte por alitas frescas en lugar de congeladas. Si los usa congelados, siga nuestros consejos a continuación para eliminar el exceso de humedad antes de hornear. Además, asegúrese de comprar solo los drumettes y los pisos, no las alas enteras.
- Levadura en polvo: Asegúrese de utilizar polvo de hornear sin aluminio para obtener mejores resultados.
- Manteca: La mantequilla salada funciona mejor, pero si solo tienes mantequilla sin sal, simplemente agrega una pizca de sal.
- Queso parmesano: El queso rallado es el camino a seguir: el queso recién rallado o el comprado en la tienda funcionarán.
- Polvo de ajo: Asegúrese de utilizar ajo en polvo, no sal de ajo. ¡Usar sal de ajo hará que tus alitas queden demasiado saladas!
La ciencia del polvo para hornear
El polvo de hornear es un ingrediente esencial para las alitas de pollo crujientes al horno. Dado que el polvo de hornear es alcalino (tiene un pH superior a 7), ayuda a descomponer las proteínas de la piel de las alitas de pollo y ayuda a eliminar el exceso de humedad, lo que permite que la piel quede más crujiente cuando se cocina. ¡Ciencia, todos ustedes!
Alitas frescas versus congeladas
Las alitas frescas ofrecen la mejor textura y sabor al hacer alitas de pollo crujientes. Conservan su sabor pure, mientras que las alitas congeladas pueden perder algo de sabor durante la congelación.
Las alitas congeladas también liberan el exceso de agua, lo que puede dificultar la consecución de una textura crujiente. Dicho esto, las alitas congeladas son una opción conveniente. Si determine usarlas, descongele las alitas en el refrigerador durante la noche y séquelas bien para eliminar el exceso de humedad antes de hornearlas.
Piezas del ala
Dato curioso: las aletas de pollo tienen tres partes: el drumette, las partes planas y las puntas. Cuando compras alitas de pollo, normalmente obtienes una mezcla de drumettes y flats.
En ocasiones, es posible que obtengas alas enteras, lo que significa que las tres partes todavía están conectadas. Es raro, pero puede suceder (¡los tenemos así con nuestro pedido de comestibles!). Si terminas con alitas enteras, tendrás que cortarlas tú mismo y desechar las puntas.


¿Poco tiempo? ¡Pruebe nuestro método “tramposo”!
Refrigerar las alitas durante 12 a 24 horas es imposible cuando tienes poco tiempo. ¡Afortunadamente, tenemos un atajo que ofrece resultados perfectamente crujientes sin necesidad de refrigeración! ¿El secreto? Horneas las alitas a una temperatura súper baja para eliminar el exceso de humedad y secarlas, luego las disparas a fuego alto para que queden crujientes.
Comience precalentando el horno a 250 °F y hornee las alitas durante aproximadamente 45 minutos a 1 hora. Una vez listo, retira las alas y aumenta la temperatura del horno a 425°F. Cuando alcance la temperatura adecuada, vuelva a agregar las alitas y hornee por 30 a forty five minutos más, o hasta que alcancen una temperatura interna de 165 °F y estén crujientes a su gusto.
Instrucciones de almacenamiento y recalentamiento
Refrigerar las sobras en un recipiente hermético por hasta 4 días.
Recalentar usando el horno a 375 grados F. Extienda las alitas en una bandeja para hornear y caliéntelas durante unos 10 a 15 minutos o hasta que estén completamente calientes. Esto ayuda a mantener su textura crujiente.