Warrenton, Ore. – Los médicos de combate con la Guardia Nacional de Oregón están adaptando sus habilidades de medicina en el campo de batalla para operaciones de combate a gran escala a través de capacitación innovadora que incluye suministros médicos entregados por drones en Camp Rilea.
El 249º destacamento médico del Instituto de Capacitación Regional (RTI) realizó su curso anual de sostenimiento de Medic Medic 68W del 23 al 31 de enero, que incorpora sistemas aéreos no tripulados por primera vez durante el ejercicio de capacitación de campo culminante.
“Estamos haciendo la transición de la forma en que combatimos en la Guerra World contra el Terror”, dijo el sargento. Primera clase John Lee, NCOIC en el 249º destacamento médico de RTI. “No vamos a tener siempre a Medevac a una hora de distancia. Es posible que tengamos que viajar a él o usar transporte terrestre para llegar a un punto de intercambio de ambulancias antes de que podamos obtener la víctima de un mayor nivel de atención ”.
El curso de dos semanas incluye instrucción en el aula, carriles de trauma médico y pruebas antes de culminar en un ejercicio de entrenamiento de campo que combina todas las habilidades aprendidas. La capacitación de este año presentaba drones especializados para la entrega de suministros médicos.
Los médicos de combate deben recertificarse cada dos años, haciendo que el entrenamiento realista sea essential para mantener habilidades para salvar vidas. El curso comienza con principios médicos fundamentales antes de progresar a escenarios más complejos.
“Comenzamos en el nivel básico y volvemos a subir, mejorando sus habilidades”, dijo Lee. “No se sabe cuánta medicina práctica podría haber hecho en esos dos años, por lo que necesitamos noquear el óxido”.
Los instructores del curso crean escenarios de alto estrés que reflejan las condiciones del campo de batalla, desafiando a los médicos a tomar decisiones críticas bajo presión. La capacitación enfatiza la importancia de la adaptabilidad y el ingenio en entornos austeros donde los métodos tradicionales de evacuación médica pueden verse comprometidos.
“Entrenamos mientras peleamos”, explicó Lee. “Los médicos deben lidiar con las consecuencias de sus decisiones en tiempo actual. Si cometen errores, puede causar más daño a la víctima, y necesitan arreglarlo ”.
El plan de estudios en evolución refleja el cambio más amplio del ejército hacia la preparación para conflictos cercanos a las personas donde la evacuación médica inmediata podría no ser posible. La integración de la tecnología de drones representa un enfoque innovador para abordar estos desafíos emergentes en la medicina del campo de batalla.
El programa también se centra en la construcción de la cohesión del equipo, ya que el cuidado exitoso de víctimas en entornos tácticos requiere un esfuerzo coordinado. Cuando se le preguntó sobre las cualidades necesarias en la medicina de combate, Lee enfatizó las habilidades de resolución de problemas y el trabajo en equipo.
“Estas son personas que no van a rehuir una pelea”, dijo Lee. “Van a dar un paso adelante y hacer el trabajo, pase lo que pase”.
A medida que la medicina militar continúa evolucionando, la integración de los sistemas no tripulados puede volverse cada vez más essential para salvar vidas en situaciones de combate.
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