Se cube que los vehículos autónomos son más seguros que los conductores humanos, pero ¿confiarías en un hongo al volante? Un nuevo tipo de robotic “biohíbrido” Se mueve en respuesta a señales del sistema nervioso de un hongo.
Unas pocas décadas de ingeniería humana no pueden competir con miles de millones de años de evolución, por lo que en lugar de reinventar la rueda, a menudo es mejor simplemente incorporar las versiones naturales de las cosas en sistemas sintéticos. Por eso tenemos robots con orejas de langosta súper sensiblespez robotic que nada gracias a latiendo las células del corazón humanoy robots que se arrastran usando músculos de las babosas de mar. En última instancia, este método podría generar robots más receptivos.
Ahora, científicos de la Universidad de Cornell han desarrollado un nuevo robotic biohíbrido que utiliza componentes de más allá del reino animal: los hongos. Estos organismos detectan y se comunican mediante señales eléctricas enviadas a través de su micelio, el sistema de raíces. Entonces, el equipo cultivó el micelio directamente en la electrónica de un robotic, aprovechando esas señales naturales para impulsar la máquina.
Los investigadores crearon una interfaz eléctrica que registra con precisión la actividad electrofisiológica del micelio, la procesa y la convierte en una señal digital que el robotic puede comprender. Cuando se envía a los actuadores, el robotic se mueve en respuesta al hongo, que a su vez envía señales en respuesta a los cambios ambientales, como la luz.
El equipo construyó dos versiones de estos robots biohíbridos. Una es una unidad con ruedas de apariencia relativamente easy, mientras que la otra tiene forma de araña con patas suaves. En ambos casos, una placa de Petri de hongo se encuentra encima, donde puede responder a la luz y otros estímulos, antes de enviar señales a las piernas o ruedas para que se pongan en movimiento.
Luego, ambos tipos de robots se sometieron a tres experimentos. Primero, los robots se movían basándose en picos continuos naturales en las señales de los micelios. En el segundo experimento, los científicos iluminaron el hongo con luz ultravioleta, lo que les hizo cambiar su forma de moverse. Y finalmente, el equipo pudo demostrar que podían anular por completo la señal del hongo si necesitaban controlar manualmente el robotic.
Si bien la luz fue el único estímulo directo probado hasta ahora, el equipo cube que las versiones futuras podrían incorporar múltiples entradas, como firmas químicas. La thought es que los sistemas vivos son naturalmente excelentes para responder a múltiples entradas como luz, calor y presión, mientras que las versiones sintéticas necesitarían sensores individuales y especializados para cada uno.
“Este artículo es el primero de muchos que utilizarán el reino fúngico para proporcionar sensores ambientales y señales de comando a los robots para mejorar sus niveles de autonomía”, dijo Rob Shepherd, autor principal del estudio. “El potencial de los futuros robots podría ser detectar la química del suelo en cultivos en hileras y decidir cuándo agregar más fertilizante, por ejemplo, tal vez mitigando los efectos posteriores de la agricultura, como la proliferación de algas nocivas”.
La investigación fue publicada en la revista. Robótica científica. El robotic araña se puede ver en acción en el siguiente vídeo.
Robots biohíbridos controlados por hongos
Fuente: Universidad de Cornell